• a mi hijo

    Mi príncipe

    No dejes de mirarme nunca. Aunque mi paciencia no sea mi mejor virtud, y mis nervios no me hagan la mejor madre del mundo. Aunque aprenda a base de tropiezos, y me tropiece más veces de las que desearía. Aunque a veces no sepa encontrar las palabras para explicarte las bellezas y los peligros de ésta vida que estas empezando. Tú eres mi sol, mi alegría, mi razón para ser mejor, mi fuerza para levantarme hasta en los peores días, mi niño, mi príncipe. No puedo prometerte ser la mejor madre del mundo, ni puedo prometerte una vida sin lágrimas y sin malos momentos. Pero lo que si puedo prometerte…